COMERCIO Y POBREZA: CUÁNDO Y CÓMO COMENZÓ EL ATRASO DEL TERCER MUNDO

    La disparidad existente entre los países del Tercer Mundo y los países más avanzados tanto tecnológica como económicamente ha sido objeto de estudio de un gran número de economistas e historiadores. El origen, las causas, las medidas tomadas y las consecuencias de ella son, entre otras, las cuestiones que estos economistas intentan resolver. 


    Es precisamente el orden económico de 1960 caracterizado por la Gran Divergencia entre los países del centro industrial rico y los países de la periferia preindustrial lo que el economista Jeffrey Gale Williamson toma como tema principal a estudiar en el libro Comercio y Pobreza: Cuándo y cómo comenzó el atraso del Tercer Mundo.

  En esta obra, Williamson intenta explicar cómo surgió la Gran Divergencia. Para ello, el autor nos lleva a través de la historia económica del mundo para tratar de responde a una cuestión: ¿Ha sido la globalización un factor clave impulsor de la Gran Divergencia? 

    Para responder a esa pregunta, el escritor comienza haciendo un análisis del crecimiento de las distintas regiones del mundo justificando que dicha divergencia se remonta a los albores de la época moderna. Se vale además de las teorías económicas acerca del mercado internacional propuestas por Adam Smith, teoría de ventaja absoluta, y David Ricardo, teoría de la ventaja comparativa. Esta última nos dice que todos los que participen en el comercio saldrán beneficiados, en mayor o menor medida y es precisamente esta afirmación lo que lleva a Williamson a hacerse la pregunta que motiva la creación del libro: ¿se ha beneficiado más el centro rico que la periferia pobre? Esto es, según la teoría propuesta por Ricardo, todos los países se benefician de las transacciones comerciales y así fue aunque algunos más que otros. En base a esto, todos los países de la periferia, de manera muy desigual, salieron favorecidos por el comercio lo que, a corto plazo, significó un aumento de las tasas de crecimiento. En cambio, a largo plazo este fenómeno no hizo sino tornar en negativo llegando incluso a decrecer.

    Para explicar este fenómeno, el economista comienza exponiendo las causas que llevaron a la primera globalización. Cuatro hechos extraordinarios fueron los que caracterizaron a esta etapa: la liberalización y apertura económica de los países de Europa Occidental, una revolución en los transportes, un crecimiento milagroso y el momento de paz que se vivía por entonces. La suma de estos factores dio lugar a una explosión de los términos de intercambio en la periferia exportadora de materias primas. Estos países se vieron beneficiados por el aumento del precio de las materias primas lo que hizo que se especializaran comenzando el proceso de desindustrialización. Esto derivó en lo que se denomina maldición de los recursos, es decir, la excesiva rentabilidad que propiciaban estas materias llevó a las élites de la oligarquía a implantar políticas alejadas de los intereses comunes por impulsar el crecimiento sino que estaba focalizadas en la creación de instituciones que favoreciesen su anhelo de rendimiento. Además, los precios de las materias primas presentaban una mayor volatilidad que los de los productos manufacturados por lo que, debido a la irregularidad de los ingresos, impedía y dificultaba la inversión en capital físico y humano. Todo esto tuvo como consecuencia un incremento de la desigualdad en la distribución de la renta y la riqueza.

    En cambio, la desindustrialización no fue uniforme en todos los países de la periferia pobre. Williamson expone distintos casos de algunos países donde este proceso fue desigual haciendo un análisis tanto cuantitativo como cualitativo de cada uno de ellos. Egipto, por ejemplo, es un claro prototipo de intento de industrialización fallida. Los múltiples intentos de Mehmet Alí por industrializar el país fueron en vano y, junto a las políticas impuestas por otros gobernantes, todo derivó en una desindustrialización aún mayor que en otras regiones. Caso similar ocurre en Indonesia donde la fuerte explosión de los términos de intercambio dio lugar a uno de los síndromes holandeses más graves generando así una desindustrialización superior al de otros países. En cambio, países de Asia Oriental como China y Japón sufrieron un síndrome holandés y una desindustrialización muy débiles lo que hace que el autor denomine a estos países como excepcionales.
    
    La industrialización de los países de la periferia pobre llegó aunque quizás tarde. Desde el año 1870 países de Latinoamérica destacando Brasil y México comienzan su proceso de industrialización. En cambio, el despegue industrial que presentaron algunos países de Asia y África fue escaso y lento debido a que se encontraban bajo el mandato de colonos que preferían mantener el orden económico vigente destacando así solo China y Japón.

    Williamson no se limita a exponer las medidas políticas, fallidas en su mayoría, que se impusieron. El autor va más allá que los hechos y plantea diferentes políticas hipotéticas que los países deberían de haber implantado para evitar así las consecuencias de la desindustrialización. 

    En definitiva, en esta obra el profesor Williamson nos explica de forma muy detallada el porqué de la Gran Divergencia y sus consecuencias. Además, no solo expone los datos y los hechos, sino que hace un estudio de cada uno de ellos contrastando diferentes datos y teorías propuestos por otros economistas y escritores para hallar una respuesta a sus preguntas. Gracias a este libro podemos conocer cuándo y cómo comenzó el atraso en el Tercer Mundo.

- Carmen Escalera

FUENTES:
Libro Comercio y Pobreza: Cuándo y cómo comenzó el atraso del Tercer Mundo, Jeffrey Gale Williamson

Comentarios

  1. Gracias al artículo me han dado ganas de leerme el libro

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